columna de opinión
De los derechos fundamentales
El recurso más utilizado en Colombia para lograr que se respeten los derechos de sus habitantes.
Por: Alejandra Montenegro P
Ésta estipulado en la Constitución Colombiana que dentro de los derechos fundamentales del hombre, la salud tiene una doble connotación (derecho constitucional y servicio público), toda persona tiene derecho a que se le respete la salud, porque ésta repercute en sus comportamientos psíquicos y en su calidad de vida física.
Toda persona sea natural o jurídica tiene la capacidad y el derecho de instaurar una tutela cada vez que sienta que se le están irrespetando o violando sus derechos, es decir cada vez que una acción es inconstitucional y se le quebrantan sus beneficios como persona.
Tal es el caso de Elcy Carrasco Hernández quién entablo una tutela contra su seguro Social EPS, en Cundinamarca. Cuando se le realizó una mastectomía radical en su seno derecho, el médico que atendía su caso considero pertinente una prótesis para la reconstrucción de la MAMA a lo que el seguro respondió negativamente por que según la entidad era una cirugía de carácter cosmético y vanidoso.
El segundo caso a utilizar como ejemplo el de Angie Catherine Zapata de 11 años, contra la entidad de salud Cosmitet Ltda. En Bogotá, ella por su parte representada por su mamá, alegaba que necesitaba una cirugía en la cual le fuese removida la protuberancia de su lóbulo en la oreja izquierda, por problemas de cicatrización.
A lo que dicha empresa con animo de lucro respondió: “la cirugía no es cubierta por el plan de salud, porque la misma es de tipo cosmetológico y no urgente para la salud de la paciente…”
Las 2 actoras de las tutelas obtuvieron lo que necesitaban para vivir una vida digna porque se basaron en que “la salud no solo equivale únicamente a un estado de bienestar físico o funcional. Incluye también el bienestar psíquico, emocional y social de las personas” (sentencia T-603/04).
Estos como muchos casos están ya siendo denunciados por todos aquellos a los que se le han ultrajado cualquiera de sus derechos; hasta tal punto que ya existe algo llamado “el paseo de la muerte” una situación terrible ocasionada por las diferentes entidades de salud de Colombia.
Los colombianos reclaman porque les sean entregados los medicamentos necesarios; que la asistencia en procesos médicos es de alto costo y que en muchos casos no son atendidas sus enfermedades de alto riesgo, además que cuando se les atienden, son remitidos a Bogotá u otras ciudades sin contar con sus necesidades y su falta de recursos para hacerlo.
Como lo afirma Carlos Martínez, en el periódico el tiempo, defensor del Pueblo en el Meta, este año se han redactado casi 160 tutelas. El 99% son por fallas en los servicios de salud y el 98% se han fallado en favor de los usuarios.
Sin embargo lo mas importante es que se amplíe la capacidad de las entidades y seguros en lo que concierne a los procedimientos y medicamentos para evitar la limitación de los servicios al POS, como por ejemplo con lo mas nombrado por estos días, el tratamiento de VIH-Sida, que requiere del paciente entre 3 y 4 millones de pesos mensuales.
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